Friday, May 13, 2011

HAGASE UNA NUEVA,… TOTAL…QUE IMPORTA


Capítulo Cuatro
Por Blacamán Jr. 

En 1968 el entonces regente, General y Licenciado Alfonso Corona del Rosal, a solicitud del escultor Olaguibel,  autorizó retirar el absurdo taparrabo a la bella mujer desnuda, reportando que la soldadura empleada al habérselo agregado había dejado cicatrices que no había podido borrar totalmente, así que el regente dispuso que esa estatua, la original, se trasladara a Ixmiquilpan, su pueblo natal en el Estado de Hidalgo, Por qué? ocupando el nuevo sitio designado, una copia que es la que los cándidos capitalinos observamos cotidianamente.

Pero ahora surge un problemilla, la glorieta ya estaba ocupada por una espectacular y muy costosa  fuente propuesta por el arquitecto Sergio Zaldivar, a la que el ocurrente pueblo no tardó en bautizar como “Las regaderas”. 

 Se trataba del conjunto de unos ocho sofisticados paragüas-regaderas de forma hexagonal, coronando a un número igual de verticales postes. Todo ello construido con acero inoxidable de óptima calidad y muy alto costo, que hacían recircular el agua haciendo alarde de mucha presión hidráulica ofreciendo impresionantes efectos, así como una singular iluminación que funcionaba por las noches. Honradamente, todo ello era muy bello, pero no tenía  ninguna relación con el estilo arquitectónico del Paseo de la Reforma.

Asi que, después de desmontar ese enjambre de instalaciones hidráulicas, eléctricas, bombas, surtidores, sensores y complejos equipos, se procedió a retirar la referida fuente y nos preguntamos…en donde la habrán guardado, instalado ó hurtado? Y surge nuevamente el…pero, por que?

Ahora, volviendo a la nueva Fuente de la Diana, le encargan el diseño  a alguien que no tiene idea de lo que es la proporción estética, posiblemente fue a un pseudo arquitecto que mas que arquitecto era un  muy “Buen” grillo y que tenía la particularidad de parecerse mucho al pelón Salinas, puesto que además de pelón era bigotón y tenía las orejas paradas  el “Buen” arquitecto.

Pues este ó quien haya sido, sin tomar en cuenta la tradición, la belleza y la estética del trazo de los platos de la anterior fuente, se atreven a incluir como base, un enorme, grotesco, desproporcionado y por lo tanto costosísimo plato de cantera casi del tamaño de la glorieta misma, que contiene en su parte interior y superior, los restos de lo que fue un magnífico diseño, la fuente original de la trillada y falsificada Diana Cazadora… por qué? Es una pena que doña Diana no se haya decidido a disparar unas cuantas flechas al trasero de  tanto retrograda agresor.

Quisiéramos saber por qué alguien se atreve a desfigurar algo que sin saber por qué,  nos agrada a la vista, a nuestro mas intimo sentimiento de regular buen gusto, a nuestro mas elemental concepto de la estética y proporción de una imagen, de una silueta, de un volumen que se encuentra ahí, frente a nosotros y con la mayor irresponsabilidad e inconciencia, la mutilan, la desfiguran, honradamente no se vale.

Quisiéramos saber … por qué???

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