Friday, May 13, 2011

UNA HISTORIA QUE BIEN SE PODÍA HABER LLAMADO “CAÍN Y ABEL ÁVILA CAMACHO”


Capítulo Dos
Por Blacamán Jr.

 Por qué el Presidente Manuel Ávila Camacho, cuando recién ocupó la Presidencia, permitió a Maximino, su hermano mayor, tristemente recordado como un arbitrario y prepotente asesino, autonombrarse Secretario de Comunicaciones, como desquite por no haber ganado ese honroso cargo.  El tal Maximino, complementaba su fraternal odio al referirse al presidente como “El Bistec” porque lo consideraba un “pedazo de buey”?

Este Maximino, despreciable y malvada sabandija, desgraciadamente para los poblanos, nació en Teziutlán, Puebla  y se llegó a caracterizar porque sencillamente aniquilaba a cualquier persona que se negara a venderle su negocio ó cualquiera de los bienes que a él se le antojara poseer, ya fuera el Balneario Agua Azul, La Plaza de Toros “El Toreo de Puebla”, alguno de los cines de la ciudad ó la Cadena de Oro completa, el Hotel Regis de la avenida Juárez de la ciudad de México, algún rancho ó hacienda donde estuviera, cualquier automóvil que le gustara y hasta la señora fulana de tal, (como sucedió con la guapísima actriz colombiana Sofía Álvarez) sin importarle que estuviera o no casada. La verdad es que era comparable a aquel ejemplar que respondía al nombre de “Herodes” quien también se hizo popular por su incalificable “Matanza de los Inocentes”.      

Fueron del dominio público algunos de los escandalosos casos. Era su costumbre mandar a un par de sus matones con la consigna de entregar en propia mano las llaves de un lujoso Cadillac junto con un mensaje de solicitud de posesión, firmado por el tal “General de División”, vergüenza del ejército, de su familia y de la sociedad toda.

De sus injustas e inaceptables fechorías, pueden dar santo y seña las familias del señor Cienfuegos, del Lic. Gustavo Aríza, del señor Díaz Barriga, de don Anacarsis “Carcho” Peralta, quien tuvo que ausentarse del país para salvar la vida hasta la muerte de tan nefasto personaje y un centenar de nombres mas.

El único personaje que fue capaz de mentarle la madre a Maximino en vivo, a colores y de frente a su cínica sonrisa, fue el inolvidable matador de toros Lorenzo Garza, quien  valiéndose de su gran fama  y  personalidad,  logró filtrarse dentro del famoso y hermoso edificio que ocupaba la Secretaría de Comunicaciones por allá, en el número ocho de la calle de Tacuba frente al Palacio de Minería, logrando plantarse erguido y valiente ante tan despreciable personaje única y exclusivamente para mentarle la madre como nadie, absolutamente nadie, se hubiera atrevido a hacerlo.

Para el mismo Maximino, fue tan inesperada y desconcertante la increíble actitud del matador de toros que se quedó petrificado y en ningún momento dio orden alguna para que se le detuviera y se le remitiera, ó para que le propinaran una señora golpiza ó inclusive que lo mataran, pero simplemente no lo hizo. Con la realización de éste caso, se pudo comprobar lo definitivo que es el impacto del factor sorpresa.

Afortunadamente para la sociedad mexicana y en especial la de Puebla, este nefasto y despreciable ser conocido coloquialmente como Chimino,  repugnante y odioso ente que no debió haber nacido, dejó de existir el 17 de Febrero de 1945.

 Recuerdo que alguien me contó que ese 17 de Febrero se encontraba en la banda principal del zócalo de la ciudad de Puebla presenciando la ceremonia militar en que se arriaba la bandera enfrente de la entrada principal del Palacio Municipal exactamente a las seis de la tarde.

Coincidiendo con ese solemne momento se escucharon las sirenas de la escuadra de motos de la Policía de Caminos que abrían paso al hermoso Packard Phaeton verde a dos tonos, convertible, con la capota puesta, modelo 1941 en el que venía en el asiento del copiloto y con el vidrio abajo probablemente por la necesidad de mas oxígeno porque se venía asfixiando.

El tal Maximino, contra lo que era su costumbre, se dejó ver sin importarle; venía con la cabeza agachada como si estuviera ebrio ó dormido apoyado en sus muletas.

 La verdad se supo un par de horas después: había asistido a una comida que ofrecieron en Metepec los obreros y sus poderosos sindicatos de las fábricas de hilados y tejidos enclavadas en esa zona y él ya venía de regreso por el camino de Atlixco a Puebla, bien envenenado y viviendo sus últimos minutos.

Una vez en su Quinta Chignautla de la 22Oriente 1606 éste espécimen murió exactamente como debió haber muerto, hincado frente al excusado y metiendo su odiosa jeta hasta el  fondo del mismo, ahogándose en su propio vómito. Este feliz acontecimiento sucedió sobre las siete de la noche.

Pero por que no murió antes… pero,…. por qué?

Se cuenta en Puebla que éste desgraciado Maximino (1891) era el mayor de seis hermanos varones. En edades le seguía Manuel, (1896) quién llegó a ser presidente de la república seguramente por su lealtad al general Lázaro Cárdenas pues formó parte de su gabinete.

El tercer lugar le correspondió a Miguel (1901), murió de 17 años;  posteriormente Rafael (1904), general, hombre gris, apodado “Pirrín”. El tal general, comparado con sus dos nefastos hermanos, le hubiera podido hacer la competencia a la Madre Teresa de Calcuta. Mas ó menos cumplió con sus dos encarguitos: director del H. Colegio Militar y gobernador del estado de Puebla.

Después nació el otro angelito, Gabriel, (1906) que según la gente era  peor que Chiminito en cuanto a lo sanguinario y como desalmado asesino.  Cuando Manuel tomó posesión de la presidencia, dio la orden terminante de que su hermano Gabriel no saliera de Teziutlán, población donde vivía.

El tío obedeció sin obedecer, la verdad es que esa región de Teziutlán, Nautla, Casitas, Tlatlauquitepéc y a escondidas la ciudad de Puebla y la ciudad de México, le bastaron para cometer cientos de delitos y para asesinar a un buen número de personas, siempre protegido por una media docena de matones lambiscones que se dedicaron a adularlo y protegerlo y por el fuero del que gozaba.

Por qué sucederán así las cosas, de seis hermanos varones, dos se pueden clasificar como despreciable basura cargada de infección y de extrema maldad….. pero….por qué dos de seis??? (es el 33.3%).     

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